“Superman” cambió la capa y los guantes por su cartón de técnico y con la autoridad y afecto acumulado en una década de grandes campañas revisa la historia y el presente azul. “Todos idealizan al Barcelona, pero la “U” de Sampaoli respondía a la forma en que veo y siento el fútbol”, afirma el ex arquero y entrenador.
Aunque Sergio Bernabé Vargas se puso el buzo de entrenador hace tres años y su bitácora registra la dirección técnica de Jugenland de El Monte, Deportes Temuco y hoy la Universidad Iberoamericana, los hinchas le siguen pidiendo autógrafos y fotografías en su condición de “Superman”, el ídolo de la ficción futbolera que se metió en el corazón de la “U” con campañas y títulos durante once años gloriosos. Y es que el ex portero dejó marca por su identificación con la camiseta azul y un liderazgo natural que le distinguió en una etapa histórica coronada por dos bicampeonatos.
Hoy, mientras su hijo Emanuel transita en Rangers una huella similar tras el arco de los sueños, Vargas va por la vida con la misma mesura y llaneza de siempre, reconocido y respetado por todos los que alguna vez celebraron una atajada suya o le ovacionaron en alguna de aquellas memorables vueltas olímpicas. “Y si, me siento querido por la gente, no sé si como un ídolo, pero si como una figura popular que alcanzó un prestigio por la forma en que se entregó y ejerció cierto liderazgo dentro del equipo. Siento ese afecto y es gratificante porque significa que el hincha valora lo que hice en esa época”, reflexiona Sergio con el aplomo y sensibilidad del futbolista que echó raíces e incluso llegó a ponerse los guantes para defender a la Selección chilena.
¿Cómo va el desarrollo profesional en el banco, Superman?
Tranquilo, tratando de estudiar, perfeccionarme y ganar experiencia sin saltar etapas. Siempre estoy viajando, conociendo y aprendiendo, pero además es fundamental poder dirigir. Yo estuve en Jugenland y Temuco, y esta temporada tuve un par de posibilidades profesionales, me salieron opciones que se veían interesantes, pero que no prosperaron como esperaba. Creo que tengo las características para dirigir: personalidad, liderazgo, la experiencia de mi trayectoria, en fin. Está claro que la experiencia no sirve sin conocimientos, y el conocimiento tampoco es suficiente sin la experiencia… Y no se trata de aceptar cualquier cosa, sino que de dar pasos seguros.
¿Y qué fútbol le identifica, Sergio?
Un técnico siempre trata de poner en práctica su forma de ver y sentir el fútbol. Y a mí me interesa llevar la iniciativa del juego, que haya agresividad con y sin la pelota. Claro, todos idealizan el modelo de juego del Barcelona, pero para mí es más cercano lo que hacía la “U” de Sampaoli, que mostraba un sello, una identidad que tenía que ver con la intensidad del juego, ser siempre protagonista, la dinámica y la actitud de salir a ganar en cualquier cancha. Hay algunosa spectos de similitud con la “U” en que jugué y fuimos bicampeones en el 94-95 y el 99-2000. Se trata de equipos ordenados, compactos, que se hacen fuertes ejerciendo presión sobre el balón, con mucha seguridad defensiva. Nadie puede atacar si no se siente seguro atrás. Y tratando, además, de adaptar el sistema a los jugadores, porque el ideal no existe. Pero la “U” siempre ha presionado. La campaña de la Copa Sudamericana fue extraordinaria, ese equipo reunía todas las condiciones que uno pretende, en lo táctico y en la enorme capacidad de sus jugadores.
¿Cómo analiza las expectativas actuales de la “U”?
Es interesante, porque ha debido reacomodarse después de la partida de Sampaoli. Uno intuía que después de esas campañas se iban a ir varios jugadores e incluso el técnico, y yo imaginaba que la vara quedaba muy alta para el que viniera. De pronto, Franco no interpretaba el mismo fútbol y el costo fue alto. Pero con Marco (Figueroa) la “U” sigue siendo un muy buen equipo, mantiene ese vuelo, existe la saludable intención de presionar para lograr lo mismo. Y lo ha conseguido en algunos partidos y en pasajes de otros, entonces existe la búsqueda y va en la misma dirección: es cosa de tiempo y trabajo. Además, a 6 puntos de Cobreloa la opción del título se mantiene y nadie podría descartar a la “U” de esa pelea.
Lo último, ¿tenemos suficientes arqueros de nivel?
Imagínate, si detrás de Bravo en la Selección hay una lista numerosa de otros porteros de categoría. Para mí, sin dudas el número 2 es Johnny (Herrera) y así lo ve también Sampaoli, pero después de él hay que considerar a Toselli, Sánchez, Garcés, Veloso, y Marín, que tiene más recorrido. Yo he notado una evolución en los poteros chilenos, sobre todo en cuanto a fundamentos técnicos, y el puesto está bien cubierto.
Es Vargas, ya sin la capa ni los guantes de héroe, pero aún metido hasta la médula en la memoria emotiva de los azules.
11 años de “Superman”
Nombre: Sergio Benabé Vargas Buscalia.
Clubes: Independiente (Argentina), Emelec (Ecuador), Universidad de Chile, PSM Makassar de Indonesia, Unión Española.
Temporadas en la “U”: 11, desde 1992 a 2002.
Títulos con la “U”: 1994-1995, 1999-2000.
Registro: en 1996 fue el décimo mejor arquero del mundo. Integró la Selección chilena para las clasificatorias mundialistas de Japón-Corea.
