Cuando un hincha de Universidad de Chile escucha el nombre de Gabriel Vargas recuerda a ese delantero revulsivo que siempre cumplió cuando salió a la cancha. Si bien jugó poco en la mítica Copa Sudamericana 2011, el Arcángel del Gol fue vital en las llaves de playoffs de aquel año para lograr el bicampeonato nacional.
El actual atacante de Deportes Concepción es uno que sabe de anotar en las canchas chilenas y es una voz autorizada para hablar del oficio de convertir en el arco contrario.
Por lo mismo, en conversación con Pulso de TNT Sports, el sempiterno goleador se refirió a la falta de goleadores en el fútbol chileno y se le consultó sobre si los equipos grandes carecen de este tipo de jugadores.
Para opinar, el ariete de 40 años ejemplificó con Cristián Palacios, a quien consideró como uno de los pocos centrodelanteros con la “maña” de complicar a las defensas. “A mí me gusta bastante Palacios. Siento que es ese nueve goleador“, señaló.
El Chorri, quien se encuentra lesionado desde el amistoso contra Unión Española, viene siendo cuestionado por su falta de eficacia frente al arco en las últimas temporadas. Es más, la Gerencia Deportiva trajo a Luciano Pons para competirle por el puesto.
Volviendo al debate, Vargas comentó que la falta de este tipo de killer “no solo pasa en Universidad de Chile. En casi todos los equipos se ha perdido ese nueve picante, que siempre está pendiente que el defensa se vaya a equivocar o la pelota quedará boteando. El nueve que hay es más retrasado, le gusta más el uno contra uno”.
En la misma línea, recordó que “cuando jugaba con el flaco (Juan Manuel) Olivera, le dejabas una y la metía. Diego Rivarola también. La sensación que me da es que se perdió ese nueve picante”.
La U de Gustavo Álvarez
En su estancia en el Romántico Viajero, Gabriel Vargas disputó 62 partidos y anotó 29 tantos. Como conoce el club, se le consultó sobre cómo ha visto al equipo comandado por Gustavo Álvarez.
El ex Universidad de Concepción afirmó que se está viendo la mano del entrenador: “Vi el partido con Católica. Es un equipo muy intenso, sabe a lo que juega y cada jugador tiene su función bastante clara. Los años anteriores, cuando uno veía los partidos amistosos, no veía algo claro”.
“Cada jugador sabe lo que debe hacer en la cancha. Es un equipo agresivo, potente y fuerte. Se está viendo el plus del técnico”, cerró.
