La ausencia de funcionamiento colectivo y la baja de los rendimientos individuales, una constante negativa que se ha repetido en los últimos partidos, fue lo que volvió a escenificar Universidad de Chile en La Calera.
De nada sirvieron los últimos 20 minutos de juego, luego del descuento de Leandro Fernández, en una de las pocas jugadas hilvanadas y limpias que registró el equipo este viernes. Más que nunca durante ese pasaje del partido hubo voluntad, compromiso y despliegue físico, pero faltó lo de siempre: claridad, profundidad, cabeza fría y finiquito.
Para Universidad de Chile la derrota, merecida, ante Unión La Calera, suma un nuevo retroceso: ya son seis partidos sin conocer el triunfo. Los problemas para un técnico cuestionado como Mauricio Pellegrino no cesan. Y, muy probablemente, otra caída en el Superclásico, marcará su adiós en la banca de la U.
Los desajustes defensivos en los dos goles de Calera -el segundo del local refleja desaplicaciones tácticas, falta de concentración y errores posicionales graves-, la falta de regularidad de la zona de volantes para sostener el balón y darle una salida diáfana al balón, y la escasa capacidad para generar opciones de peligro en el arco rival, no encuentran solución. Es más, a ratos presentan una involución.
Buonanotte marcó el primer tiempo
Un inicial dominio territorial de Unión Calera, en el que solo unos centros complicaron a un dubitativo Christopher Toselli, marcaron el desarrollo de los primeros diez minutos. La U con una defensa de tres hombres desplegados en la última línea, con Gómez y Morales claramente con afanes ofensivos, pero sin mayores ideas.
Salvo por un remate de distancia desviado de Darío Osorio, la U no generó problemas a Unión La Calera, que si bien entregó terreno a partir del segundo cuarto de hora, nunca tuvo apremios críticos en el arco de Carabalí.
El gol de Diego Buonanotte, mérito del volante calerano, pero también una marca poco eficiente de Israel Poblete a la entrada del área y un cruce desafortunado (la pelota pasó por entre sus piernas) de Nery Domínguez, propiciaron el único tanto del partido. El remate, arrastrado y ajustadísimo al segundo palo de Toselli, que poco tuvo que hacer, hizo que el partido se hiciera cuesta arriba en la segunda parte del primer tiempo.
El despliegue ofensivo de Universidad de Chile tras quedar abajo en el marcador no fue lo suficientemente eficaz, aunque hubo un cambio táctico que se agudizó: Nery Domínguez escaló unos metros para juntarse con los volantes, reestructurándose por momentos una clara línea de 4 en defensa.
Un buen centro de Gómez que cabeceó Leandro Fernández a la entrada del área chica fue lo único realmente peligroso que articuló la U; lo demás esfuerzos abortados por la defensa calerana e imprecisión en el pase que dejara a algún jugador ofensivo con espacio o claridad.
La U reacciona, pero tarde
A nadie que estuviera observando las acciones debió extrañarle que Unión La Calera marcara el segundo tanto antes que la U se aproximara al arco rival. El dominio territorial y los acercamientos de los dos aleros caleranos -Rodríguez y Cavalleri- que incluso supusieron un par de importantes contenciones de Toselli, mostraron a un pasivo Romántico Viajero, que no lograba dar con el tono del juego, hacerse del balón e intentar hacerse de la posesión del balón.
El gol de César Pérez fue representativo del mal momento defensivo de los azules: el balón se paseó tres veces por el área chica de Toselli, tapada magistral incluida, sin que pudiese ser despejado, hasta que César Pérez la empujo solo en el segundo palo para anotar el 2-0.
Fue desde los 75 minutos que Universidad de Chile logró el control del partido cuando las líneas caleranas retrocedieron y cedieron la iniciativa, quizás sin medir que la reacción voluntariosa de la U tendría un premio rápido en la mejor jugada del ataque azul, sumada a la correcta definición de Leandro Fernández, cuando quedaban 11 minutos y los agregados.
El resto, poco y nada, salvo el buen ingreso de Renato Huerta, que inquietó cuando logró asociarse con Fernández y Gómez, por el costado derecho. Pero no más que un desborde y un centro ajustado del lateral que Osorio no logró capturar con precisión el despeje de la defensa local.
La U sigue su calvario en esta segunda rueda, con el mayor desafío el próximo sábado ante Colo Colo, en una nueva edición del Superclásico del fútbol chileno.
