La dupla de Lucas Assadi y Darío Osorio se convirtió en una de las más queridas por los hinchas de Universidad de Chile en los últimos años. Los canteranos azules aparecieron en momentos complicados del club en 2022 y se ganaron el cariño de los forofos laicos, que veían a ambos jugadores como las grandes joyas del fútbol chileno.
Sin embargo, los jóvenes deportistas han transitado por distinto camino. Mientras el oriundo de Hijuelas partió a Dinamarca por 5 millones de dólares y poco a poco comienza a destacar en el fútbol europeo, el mediapunta se mantiene en el Centro Deportivo Azul, donde aún no logra consolidarse en el equipo.
Si bien se espera que el “10” estudiantil explote pronto, su compañero Ignacio Tapia no duda de las condiciones del seleccionado chileno, señalando que desde el primer minuto notó que era un jugador diferente.
En conversación con Media Punta, el defensor afirmó que “es distinto, se nota al tiro. No lo conocía cuando llegué. Recuerdo que agarró la pelota, medio vuelta y se fue“.
Un hecho que le llamó la atención fue la personalidad del futbolista de 20 años: “Tiene una personalidad distinta, es más alegre, hiperactivo en algunos momentos. Se ríe todo el rato y disfruta”.
Cuando se le consultó por cómo era Darío Osorio, el defensor confesó que el jugador de FC Midtjylland “era más retraído“.
Amistad con Castellón
Respecto a cómo es su relación con el camarín de la U, Ignacio Tapia sostuvo que “me llevo bien con varios jugadores, eso es lo bueno del grupo que tenemos. Puedo hablar con el más líder como con el más juvenil”.
El ex Huachipato reconoció que conversa bastante con tres jugadores: “Hablo más con Gabriel Castellón, que fui compañero, y ahora coincidimos acá. También Fabián Hormazábal, no lo conocía, pero tuvimos buena afinidad. Con Maxi Guerrero también”.
Además, aprovechó de echar al agua al guardameta de la U: “Yo concentro con Castellón, pero es medio mañoso, bueno para dormir. Es buena persona y buen amigo”.
