Después de una dura negociación, Universidad de Chile logró que Gustavo Álvarez se convirtiera en el entrenador del club. La dirigencia azul tuvo que dialogar con su par de Huachipato para arreglar la salida del técnico, ya que los siderúrgicos exigían el pago de la cláusula de 800 mil dólares para que el DT arribara a Santiago.
Finalmente, se arregló que Azul Azul pagará solo 200 mil dólares, pero se irán sumando variables por medio de objetivos cumplidos. Hoy, después de todo este tira y afloja, el argentino se encuentra en el Centro Deportivo Azul preparando lo que será el debut en el Campeonato Nacional contra Cobresal, programado para el 18 de febrero.
Antes de todo esto, la U deberá afrontar dos partidos amistosos y uno de ellos es precisamente contra el conjunto acerero, que se reencontrará con Gustavo Álvarez después de sacarlos campeón la temporada pasada.
En la escuadra de la usina están eternamente agradecidos con el adiestrador trasandino por ayudarlos a bajar la tercera estrella, pero no solo ellos tienen un respeto enorme por el estratega, sino que también su sucesor Javier Sanguinetti.
“Fue muy gentil”
Según consigna el Diario de Concepción, el exentrenador de Banfield reconoció que tuvo una charla con Álvarez antes de tomar el mando de los sureños, donde le entregó un análisis exhaustivo del plantel para conocer rápidamente a sus nuevos jugadores.
“Fue muy gentil de su parte en darme un panorama muy exhaustivo de cada una de las características de los jugadores, lo que es el club y la institución. No es común que un entrenador se ponga a disposición de quien viene para poder hacerlo“, contó Sanguinetti.
Además, el técnico agradeció su gesto: “Habla de una hombría de bien que me ha servido para, aparte de haber visto casi todo el torneo, saberlo de la boca del técnico que los tuvo todo el año”.
Sanguinetti y Álvarez se volverán a ver las caras este domingo 4 de febrero, a las 12:00 horas, en el estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción.