Una situación insólita se vivió en la final de la liga peruana. Universitario Deportes dio el golpe de nocaut a Alianza Lima, su archirrival, en calidad de visita por 2 a 0, con goles de Edison Flores y Horacio Calcaterra, y se coronó como el nuevo campeón incaico.
Todo era celebración y algarabía en el lado crema, que en los últimos minutos del encuentro ya se abrazaban en el estadio Alejandro Villanueva bajo vista y paciencia de los hinchas blanquiazules.
Una vez que el juez dio por terminado el cotejo, el elenco local mostró todo su descontento y apagó todas las luces del estadio para evitar los festejos. Sí, todas, con público en las gradas y frenando toda organización para que el elenco universitario recibiera el trofeo.
Esto generó una molestia colectiva, en especial por la peligrosidad de la situación para los protagonistas del partido como a los espectadores, que tuvieron que salir en penumbras de Matute.
Esto le dio más misticismo a la victoria de los merengues, quienes se quedaron dentro del terreno celebrando y fortaleciéndose con un emotivo abrazo.
Al no poder realizar la ceremonia de premiación, la Liga de Fútbol Profesional coordinó la premiación el próximo domingo 12 de noviembre en el Estadio Monumental, donde hace de local los universitarios.
Ureña campeón
Uno de los más disfrutó este cotejo fue el exjugador de Universidad de Chile Rodrigo Ureña, quien es una pieza clave en el conjunto adiestrado por el experimentado Jorge Fossati.
“No tengo palabras, llegué acá, me recibieron con mucho amor y cariño, estoy muy agradecido con la U”, expresó el volante, quien llegó a Perú a principios de año y acumula 42 encuentros jugados en el año.
Cabe recordar que el mediocentro tuvo tres pasadas por el Romántico Viajero. Arribó al Centro Deportivo Azul en 2013 proveniente de Unión Española, pero jamás logró ganarse un puesto con el conjunto mágico.
Estuvo a préstamo en Cobresal y fue parte del histórico equipo campeón en 2015. Luego, volvió en 2015, pero se fue rápidamente otra vez a El Salvador para sumar rodaje. Regresó en 2016 y terminó dejando la U en 2017 sin encontrar regularidad.
Con los azules consiguió dos Copa Chile (2013-2015) y una Supercopa (2015) al ser parte de los planteles campeones.
