Que no le cuenten cuentos: el uno a uno de la U en La Calera

La revisión de los rendimientos individuales ante Unión La Calera dejó mucho que desear.
Que no le cuenten cuentos: el uno a uno de la U en La Calera
Autor: Redacción Soy Azul

Christopher Toselli: Lo mejor de la U en La Calera. Un comienzo dubitativo en un par de pelotas que cruzaron el área chica, pero después mostró su experiencia y don de mando. Nada que hacer en los dos goles. Tapó por lo menos otros dos. Su inclusión es uno de los puntos positivos de Pellegrino.

Ignacio Tapia: Nada nuevo que ya se le conozca. No se le puede exigir que sea fino con el balón, ha tenido poco fútbol y tampoco juega tan seguido como para complementarse. No cometió errores de gravedad, pero no transmite confianza ni da seguridad. Su estatura la aprovecha poco.

Nery Domínguez: El más consistente de los centrales que inicialmente partieron, luego se perdió en el tráfago de un trabajo mixto de tercer central y segundo volante tapón. Excesivo en la búsqueda de pelotazo aéreo. Lo mejor fueron sus declaraciones post partido.

Luis Casanova: Cumplió en el quite, pero no destacó en el apoyo ni en ser la primera salida clara del equipo. Quedó con amarilla por una pelota que no supo gestionar y en el segundo tanto de Calera quedó fuera de posición, al igual que todos sus compañeros de zaga. No levanta su rendimiento.

Juan Pablo Gómez: Mejoró cuando Universidad de Chile mostró vergüenza deportiva, tras quedar 0 a 2. En esos pasajes congenió con Fernández y Huerta, y pudo asociarse como para generar preocupación. Sigue al debe en la marca, le ganaron las espaldas varias veces en el primer tiempo.

Israel Poblete: Bajo, plano, sin ideas. No estuvo preciso ni fue actor protagónico en las aproximaciones al arco rival, porque la mayoría del tiempo estuvo corriendo detrás de la pelota, y cuando la tuvo, la distribuyó sin convicción. Fue bien sustituido por Renato Huerta.

Renato Cordero: Nunca figuró en el trabajo creativo y en el trajín de presionar a los volantes caleranos, no trascendió. Mucha escaramuza y roce en el medio, pero poca calidad resolutiva para limpiar el juego. Fue sustituido para el complemento.

Marcelo Morales: No tuvo grandes problemas en la marca, fue pocas veces superado por algún arranque de los aleros que rotaban, Cavalleri principalmente. Su aporte ofensivo fue escaso y poco profundo. Fue reemplazado para el segundo tiempo.

Lucas Assadi: Trató de marcar alguna diferencia con esfuerzos individuales. Tuvo algunas personales de lucimiento técnico pegado a los laterales, pero su aporte para el juego ofensivo fue limitado. Nunca estableció sociedades de juego con Leandro Fernández, y menos con Poblete. Estuvo hasta los 74 minutos y cerró otro partido para no recordar.

Darío Osorio: Se le vio más metido en el partido que otras veces, pero para su enorme potencial, aún su deuda es monumental. La pegada del primer tiempo, en un remate que pasó a un metro del arco, y la fina habilitación para el gol de Fernández, son dos muestras de su valor. Pero con eso no alcanza para convencer y justificar su reputación de promesa.

Leandro Fernández: Nadie puede poner en duda su empeño, pero su exasperante mala costumbre de quedar en posición fuera de juego ya es más que preocupante. El delantero argentino se tiene fe, se sabe con habilidad y buen remate, sin embargo, peca de individualismo y la gestión colectiva parece estar en oposición a su figura en la cancha. Su gol a los 78 sirvió para poner a la U en el juego nuevamente.

Vicente Fernández: Ingresó por Morales en la segunda etapa. No generó muchas variantes distintas a las de su antecesor por la banda izquierda azul. Algo más de prolijidad en la salida, pero con menos velocidad. No demostró nada distinto como para justificar su incorporación todo el segundo tiempo.

Jeison Fuentealba: Trajinó con intensidad en la zona de volantes, pero no descolló. Lo más destacado fue su recuperación de balón para el posterior gol de Fernández y la falta que le cometieron y que significó la expulsión de Valencia. En ese sentido, participó en dos jugadas significativas del partido que justificaron su presencia.

Franco Lobos: Puso ganas, algo de velocidad y desmarque por la punta. Pero no trascendió, aunque su voluntarismo en el mejor momento de la U lo llevó a colaborar en la lucha del balón por todo el frente de ataque.

Renato Huerta: Entró a los 79′ y fue de lo mejorcito de la U, sobre todo porque es un jugador que, pese a la extensa ausencia por lesión, no ha perdido su verticalidad e intencionalidad con la pelota en los pies. Para tener en consideración como una variante ofensiva que pide más minutos que los poco más de 15 que jugó.

Cristian Palacios: Muy poco en cancha para evaluarlo.

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