El gol de Guillermo Marino contra O’Higgins en la final del Apertura 2012 desató la euforia de los hinchas de Universidad de Chile en el Estadio Nacional. Mientras todos estaban locos en la cancha y en las gradas, los rancagüinos no podían creer que, a minutos de ser campeones, todo se derrumbaba.
Esa tarde terminó con una soberbia actuación de Johnny Herrera en los penales para darle el primer y único tricampeonato a la U en su historia.
Uno que vistió la camiseta del Romántico Viajero años más tarde, pero que esa tarde era jugador del Capo de Provincia, es Juan Rodrigo Rojas, futbolista paraguayo de destacado rendimiento en suelo nacional.
El guaraní era una de las figuras de los celestes. Aquella jornada, el mediocentro asumió uno de los lanzamientos desde los doce pasos, pero su disparo fue interceptado por el arquero azul.
Rojas: “Nunca volvió a Rancagua”
Esa final es una “espina” para Rojas, quien confesó, en conversación con DSports, que es uno de los grandes dolores que tiene en su carrera profesional.
“Siento una espinita por cómo se dio. Para O’Higgins era la primera final, con un plantel con mucha ilusión, que hicimos un gran partido en Rancagua. Lo ganamos muy bien”, recordó el volante.
Sin embargo, la actuación del árbitro Enrique Osses en la vuelta es algo que no olvida fácil el exseleccionado paraguayo, recalcando que no es una persona grata en la Sexta Región por sus polémicos cobros durante el cotejo.
“El partido en el Nacional lo estábamos ganando también hasta que el árbitro cobra un penal, Osses, nunca me olvido de su apellido, creo que nunca volvió a Rancagua. Marino hace un gol en el último minuto e íbamos a penales devastados por lo que significó la remontada de la U”, afirmó el ex Olimpia.
Concluyó diciendo que “venían con un envión de ser bicampeón, la Copa Sudamericana y tenía la base de la selección que ganó los títulos de Copa América”.
