Compatibilizar la maternidad en el fútbol femenino es un tema tan común como complejo, sobre todo si se da en el marco de una relación homoparental donde si bien la sociedad ha avanzado en tolerancia, todavía falta para erradicar la discriminación.
Sin embargo, la valentía de la histórica jugadora de Universidad de Chile y de la Selección Chilena, Daniela Zamora, junto a su pareja Paz Sánchez de decidir ser madres rompe con lo establecido y ya cuentan los días para darle la bienvenida a Tomás, quien llegaría a este mundo el 29 de septiembre del presente año.
El apoyo clave de la U con la delantera
En diálogo con el portal Fifpro, la atacante azul narra cómo fue dar ese paso: “Tuve que hablar con el club a inicios del año pasado, cuando me saqué los óvulos y estuve como un mes parada. Tuve que ir a decir que iba a hacer este proceso, que eran tres semanas más o menos sin hacer ejercicio. Por suerte tuve un apoyo total del club”.
“Me perdí partidos, pero me dijeron que, obviamente, esto era un tema más importante, así que estoy súper agradecida porque es bastante difícil que suceda. Para mí fue más fácil porque Paz quería embarazarse, yo no tuve que tomar la decisión de dejar de jugar”, señaló la jugadora histórica de La Roja.
Tras lograr lo tan esperado por años, la sensación fue de triunfo: “Fue una manera de celebrar, de compartir que estamos muy felices de verdad de vivir cada etapa de algo que nos costó harto. Justo era el día de la mamá en Chile y quería celebrarlo, que todo el mundo supiera”.
Acerca del gran ejemplo de coraje que muestran a sus pares, Zamora asegura que “Hay muchas dudas con respecto al tema y creo que desde ese lado también fue súper positivo para compañeras que también lo quieren hacer, pero de repente no se atreven o no tienen la información. Es una forma de visibilizar los temas, que se tomen como más naturales. Muchas me lo agradecieron”.
El sueño de pisar la cancha junto a su hijo
La goleadora del cuadro universitario revela uno de los sueños que proyecta con su bebé en camino: “He visto muchas jugadoras con su hijo dentro de la cancha y lo queríamos hacer antes de que yo me retirara. Era un sueño estar con mi hijo en la cancha después de un partido, sacarme fotos. Uno ve jugadoras que ya lo hicieron y te dan ganas de seguir esa misma línea”.
“No es fácil en una sociedad que todavía puede ser muy tradicional, pero al final hay que atreverse. Nosotras nos atrevimos y ahora ya lo estamos disfrutando”, cerró la medallista de Plata en los Juegos Panamericanos en el marco del mes del orgullo de la comunidad LGBTQIA+.
