Universidad de Chile dejó atrás el triunfo ante Unión Española y hoy se enfoca netamente en el choque que sostendrá ante Coquimbo Unido este domingo 14 de abril, a las 12:30 horas, en el Estadio Nacional.
Desde la vereda aurinegra habrá un joven jugador que tendrá un partido especial ante el Romántico Viajero. Se trata de Martín Mundaca, atacante de 17 años que se transformó en la revelación de la última fecha al firmar un doblete contra Cobreloa en la victoria de los Piratas por 2 a 1 en el Francisco Sánchez Rumoroso.
El oriundo de Ovalle sorprendió a todos con su actuación frente a los loínos y comenzó a recibir elogios por su personalidad para encarar el encuentro, siendo su segundo pleito profesional después de debutar este año contra Audax Italiano.
Por lo mismo, muchos ya hablan que el canterano coquimbano será la nueva joya del fútbol chileno. Sin embargo, hay una desconocida historia que lo liga con Universidad de Chile, puesto que entre 2016 y fines de 2019, el novel atacante hizo su formación en el Centro Deportivo Azul.
No pudio continuar en Santiago
En conversación con AS Chile, Mundaca reconoció que su amor por el balompié comenzó en la Academia Municipal de Ovalle, donde fue captado por el cuadro estudiantil cuando tenía menos de diez años: “Me fui a los cadetes de la U. Participé en un torneo donde estaban todas las escuelas y yo fui con la de Ovalle. Salimos segundos y fui goleador, así que quedé en las juveniles”.
El goleador detalló su experiencia dentro del CDA como algo maravilloso en su vida. No obstante, ese romance con los laicos tuvo que frenarse por las complejidades logísticas que tenían sus viajes desde la Región de Coquimbo hasta el complejo de La Cisterna.
“Fue una sensación muy linda porque era la U y eran partidos muy hermosos, pero era mucho sacrificio viajar desde Ovalle. No seguí por eso mismo: tenía que trasladarme a los entrenamientos y a los partidos, que eran los sábado a las ocho de mañana”, contó.
A su vez, manifestó que “tenía que salir desde Ovalle a las dos de la mañana y en total iba tres veces a la semana. Mi familia se sacrificaba y me llevaba. Allá estuve como tres años”.
Finalmente, Mundaca regresó a su tierra y destacó en varias escuelas de la zona hasta que a los 15 años ingresó al elenco porteño. “Jugué el Coquimbo Cup y me vio el profesor del club. Perdimos la final, pero hice el gol y el entrenador me fue a preguntar si yo estaba en algún club. Era mucho más cerca (que viajar a Santiago) y eran menos gastos”.
