Corría el minuto 73 en el estadio Zorros del Desierto y en la banca de Universidad de Chile se tomaban la cabeza. Matías Zaldivia cayó en el área de Cobreloa tras intentar amagar a Rivaldo Hernández, pero el juez Piero Maza decidió no sancionar penal y amonestar al defensor por simulación.
La jugada pasó desapercibida tras el triunfo 3 a 1 ante los locales, pero quedó la duda sobre si el defensor fue alcanzado por el pie del jugador loíno, ya que quedó sorprendido al recibir la cartulina amarilla. Además, solo se vieron dos tomas de la situación que no dejaron clara la situación.
Por lo mismo, en conversación con Media Punta, el central habló de esta infracción y reconoció que “no me sé tirar, no estoy acostumbrado”, cuando le señalaron que su reacción no fue inmediata al momento de caer.
Sin embargo, el zaguero advirtió que sí fue pasado a llevar por el futbolista minero. “No me tiro, me pega abajo“, afirmó el chileno-argentino, quien indicó que “vi la jugada y no parece tanto como lo sentí en la cancha. Que me toca, me toca“.
Eso sí, confesó que lo que le generó más ofuscación no fue la falta no cobrada, sino la tarjeta amarilla recibida: “Me dice que yo magnifico la caída. Lo que más me molestó fue la amarilla, que me condiciona“.
“Lo de Falcón me parece expulsión”
En la misma línea de infracciones, el panel le consultó a Matías Zaldivia si encontraba que la expulsión de Maximiliano Falcón contra Everton era cartulina roja, a lo que el formado en Chacarita no tuvo duda en expresar que “me parece expulsión. Es una agresión“.
No obstante, cree que su excompañero en Colo-Colo puede estar condicionado por el arbitraje: “Puede ser un poco, por lo que pasó la semana pasada en Coquimbo, que fue una jugada totalmente de fútbol. Lo que le pasó fue mala suerte, no lo quiso lastimar, pero por mala suerte el chico de Coquimbo se terminó lastimando. Pero hay jugadores que los árbitros ya tiene más fichado“.
Respecto a si existe mala leche en el fútbol, el referente del camarín cree que “hay veces en que hay momentos donde la cabeza está a mil y tienes una reacción que después la ves y dices ‘me equivoque’, pero en el momento es difícil de controlar. Hay jugadores que van más fuertes y se les tilda de mala leche y nada que ver”.
