El capitán saca la voz

El capitán saca la voz
Autor: prensa SoyAzul

José Rojas

“Pepe” Rojas repasó con “Soy Azul” su carrera como futbolista. Cuenta cómo fue que estuvo a punto de no ser futbolista, sus comienzos como delantero y su momento más recordado en la U, la previa de la final del Apertura 2011 ante la UC.

Si es que a los 16 años José “Pepe” Rojas no lee en el diario un anuncio sobre una prueba masiva en Universidad de Chile, lo más probable es que su vida no tendría nada que ver con la actual. No hubieran existido tricampeonatos ni hubiera levantado la Copa Sudamericana en 2011. Pero el destino y un ángel que, asegura, lo ha acompañado desde el cielo desde los doce años, cuando partió su padre, quisieron otra cosa.
“Me fui a probar, cuando tenía catorce años junto a mi mejor amigo del barrio. Resultó que quedé yo y él no, pero cuando llegué a la casa, mi madre me dice que era muy chico aún y que no quería que viajara solo, yo tenía catorce años, así que no pude sumarme”, recuerda el Capitán.

Imagino que se te vino el mundo abajo. ¿Qué pasó después?

“Pasaron dos años y vi un aviso en el diario sobre otra prueba masiva y fui nuevamente. Ya era más grande y podía viajar solo, así que no había problemas, además estaba gente que me conocía de la vez anterior. Estuve un mes a prueba y me dejó Víctor Hugo
Castañeda, aunque también estaban Patricio Mardones y Mariano Puyol, quienes para mí eran ídolos”.

¿Nunca se arrepintió tu vieja de no haberte dejado ir la primera vez? 

“No, para nada. De hecho, desde la segunda vez en adelante siempre fue mi apoyo, así que salvó porque pude llegar arriba (ríe)”.

“Pepe” Rojas, el delantero

¿Fuiste a probarte siempre como defensa o era otra tu idea?

“No, era delantero. En el barrio siempre jugué de punta, pero en los entrenamientos me empezaron a probar atrás y al profe le gustó. Parece que no hacía muchos goles y por eso me retrocedieron”.

¿Había algún delantero que te gustaba en esa época?

“En esa época, los referentes eran Marcelo Salas e Iván Zamorano. Estamos hablando de la plena época de la dupla ‘Sa-Za’. Ellos
eran jugadores que la estaban rompiendo”.

Entonces más de alguna vez en alguna pichanga del barrio hiciste la celebración del “Matador”.

“No recuerdo, pero yo creo que sí, porque siempre hablaba con mis amigos de él y cuando estaba en River Plate y después en la Lazio, todos estábamos queriendo ser como él”.

¿Cuándo se da el paso al Primer Equipo?

“Cuando Víctor Hugo pasa a ser el técnico y el club estaba bastante mal económicamente, entonces empezaron a recurrir a los más jóvenes y ahí pude empezar a formar parte del plantel”.

No eran momentos fáciles. La U estaba en pleno período de quiebra y varios jóvenes como tú debieron asumir roles que a esa edad nadie espera ¿Cómo viviste ese período?

“Yo lo tomo como una etapa de madurez porque siendo muy chico, tener la posibilidad de ser titular en la U, con todo lo que conllevaba hacerlo con todo tipo de problemas, sueldos impagos y más encima no ganábamos mucho. Fueron momentos no muy gratos, pero al entrar a la cancha se te olvidaba todo, yo lo único que pensaba era que pasara la semana rápido para poder salir por el túnel del Nacional. Más allá de la plata, nosotros éramos felices de poder vestir la camiseta de la U”.

Estabas cumpliendo el sueño del pibe, ¿pero en la casa no te cuestionaban el tema de los sueldos impagos y que se podía complicar tu futuro?

“Para nada, porque a los 19, 20 años uno no tiene mayores responsabilidades, yo vivía con mi madre y la única lata era que a fin de
mes había que estar consiguiéndose plata, además yo no tenía a mi padre, que lo perdí a los doce años, entonces por ahí se complicaba un poco. Lo cierto es que mi familia, pese a todo, nunca me cuestionó nada y siempre fue un apoyo”.

¿Cómo viviste la muerte de tu padre siendo tan niño?

“Mira, perder a un ser querido tan importante es un dolor que nunca se puede sanar y con el que debes aprender a vivir. Por eso,
cada vez que he tenido la oportunidad de lograr cosas importantes con la camiseta de la U, siempre me acuerdo de él y me encantaría que estuviese dentro del estadio y poder darle un abrazo. Son momentos que nos entrega la vida y hay que ser fuerte, pero mi viejo siempre va a estar en mi corazón, siento que siempre he tenido un ángel desde arriba que me ha ayudado en todo lo que he vivido”.

El primer título y la experiencia argentina

Volvamos al fútbol. El 2004 logras tu primer título ganando el Apertura a Cobreloa ¿Qué significó eso para ti?

“Ese título no lo tenía nadie, ni los hinchas, ni los medios. Entramos a playoffs rasguñando y recuerdo que Héctor Pinto nos dijo que éramos el ‘patito feo’ de la película, pero éste siempre termina transformándose en el héroe y creo que así fue. Nadie esperaba que le ganáramos en Calama a uno de los mejores Cobreloa de la historia. Para mí, ese título, siendo tan pequeño empezó a marcar para mí saber qué es la U”.

Y al año siguiente se da otro hito de tu carrera cuando partes a Independiente ¿Te imaginabas que siendo tan joven se iba a dar una chance así?

“No me lo esperaba, fue de la noche a la mañana y creo que me apresuré. Tenía 21 años y siento que me faltó haber madurado y consagrarme en la U para poder haber estado más años afuera, pero todas las cosas pasan por algo y eso es lo que trato de enseñarle a los más chicos”.

Igual debe haber sido una experiencia muy enriquecedora jugar en uno de los clubes más grandes de Argentina 

“Imagínate, todos los fines de semana estaba el estadio lleno. En las previas todo el día se hablaba de fútbol y la gente te reconocía en la calle, entonces fueron momentos inolvidables donde fui compañero, entre otros del ‘Kun’ Agüero y Oscar Ustari, que eran muy buenas personas”.

¿Mantienes contacto con alguno de ellos? 

“No, la verdad es que al ´Kun´ lo tenía en Messenger, pero después nunca más lo ocupé. La última vez que Matías Rodríguez fue a
la selección Argentina le mandé saludos y el tipo se acordaba, así que esos son cosas importantes que marcan la historia de uno”.

Aparece el “Gran Capitán”

Después de muchas cosas buenas y malas llega el momento actual, quizás uno de los más importantes en la historia de la U ¿Qué tan importante para ti es ser capitán en un período tan relevante para el club?

“He vivido las dos caras en este club y para mí, lo de ahora no tiene palabras. Lo que he vivido ha sido un sueño, especialmente por el cariño de la gente, que me ha marcado mucho y que siempre trato de retribuir en la cancha y en la calle. A mí me tiene muy impresionado el cariño de la gente del fútbol en general, no sé si es por mi manera de ser, pero la verdad es que estoy feliz en mi equipo y de poder estar entrecomillas, al mando de éste equipo, que tiene una gran unión.

¿Cuál es el momento que más atesoras de estos últimos tres años?

“Uff… son muchos, pero me quedo con lo que marcó lo que ha sido este período, que fue cuando perdimos 2-0 con Católica y toda
la previa que se vivió para el partido de vuelta. La confianza que la gente le tenía a ese equipo era impresionante, nosotros veíamos
fotos de las filas que hacía la hinchada para comprar una entrada y alentarnos igualmente. A mí me marcó mucho la credibilidad que había en el equipo de que lo dábamos vuelta, más allá de los títulos que ganamos”.

¿De dónde sacaron las fuerzas para lograr ese primer título de la era Sampaoli? 

“Es que había mucho convencimiento y en la vida uno debe estar convencido de lo que quiere, más allá de las adversidades que se presenten y ese grupo tenía hambre de lograr cosas importantes. Todos sabíamos que lo podíamos dar vuelta y lo transmitíamos,
además, el cuerpo técnico nos mostró un video motivacional antes de salir del hotel, que hizo que lo único que queríamos era salir
a la cancha y ganar”.

¿Y cuál es el convencimiento del actual grupo ante todo lo que se viene?

“Yo creo que no hemos sido muy regulares, pero el convencimiento siempre ha estado y nos falta más creer en nosotros mismos. Siento que nos hace falta agarrar una racha buena para agarrar un cien por ciento de confianza como lo hicimos en esa final contra la Católica”.

Un mundial a la vista 

En lo personal, además de los desafíos con la U, está lo que viene con la Selección, donde en ésta última fecha dieron un paso importante al Mundial ¿Cómo vives este proceso con Sampaoli?

“Desde el momento en que Jorge agarró la Selección, su idea siempre ha sido llegar al Mundial y darle una alegría a toda la gente del país. Los partidos últimos fueron bastante bravos y ojalá que puedan marcar cosas importantes para lo que viene. No era fácil ganarle a Uruguay y gracias a Dios se nos dieron las cosas y en todas las líneas respondimos, así que Dios quiera que podamos
llegar a Brasil”.

Tú que lo conoces mejor ¿Crees que Sampaoli ya se siente un poco más chileno? 

“Yo creo que sí, desde que estaba dirigiendo a la U. Por lo que lo conozco a él y su cuerpo técnico, ellos han sido siempre muy respetuosos de la gente y siempre nos ha dicho que hay que jugar por la camiseta y por la gente que es la que paga la entrada y que una de sus únicas alegrías puede ser ver a su equipo campeón”.

Hay una jugada en el partido contra Uruguay donde le ganas una pelota aérea a Luis Suárez y el queda muy caliente ¿Es tan desagradable él como se vio fuera de la cancha?

“Sí, es muy pesado. Alegaba todo, se le iba encima al árbitro y peleaba con nosotros, tiene todas las mañas habídas y por haber.
Es un gran goleador, pero en este partido no pudo hacer mucho”

¿Qué fue lo más suave que le dijiste?

“No, dejémoslo ahí no más”.

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